En la foto, el grupo Solipalma se encuentra en pleno escenario, capturando un instante de pura conexión con su audiencia. Es una noche de verano en Rocha, y el aire está cargado de energía mientras las primeras notas de una melodía folclórica llenan el espacio. Los músicos, concentrados y apasionados, tocan sus instrumentos con una sincronía perfecta, como si cada uno de ellos estuviera contando una parte de la misma historia.
El cantante principal, con una sonrisa serena, se inclina hacia el micrófono, dejando que su voz potente y cálida se eleve sobre el público. A su lado, los demás integrantes del grupo acompañan con guitarras, percusiones y un acordeón que añade una rica textura a la música. La luz suave de los focos realza la emoción en sus rostros, reflejando el compromiso y el amor por el folclore que caracteriza a Solipalma.
El público, compuesto por personas de todas las edades, escucha atentamente, algunos con los ojos cerrados, otros tarareando las letras conocidas. Este momento congelado en la imagen es más que una simple actuación; es un testimonio del poder de la música para unir a la gente y celebrar la cultura y las tradiciones de Rocha. La foto de Solipalma en el escenario no solo documenta una presentación, sino que captura el espíritu de un grupo que ha hecho de la música folclórica su misión y su pasión.